Creada por especialistas del Laboratorio Nacional de Aceleradores (SLAC) y la Universidad de Stanford, la batería siguió funcionando a altas temperaturas. El estudio fue publicado en la revista Matter.

Los científicos se propusieron la tarea de desarrollar una batería que no se encendiera ni se quemara a altas temperaturas. Los ingenieros han descubierto que los electrolitos de polímeros con alto contenido de sal evitan que las baterías se incendien.

Según los autores del estudio, a temperaturas superiores a los 60 grados, las moléculas de solvente en el electrolito comienzan a evaporarse, pasando de líquido a gas e inflando la batería, que está cargada de fuego. En una batería segura, una parte importante del electrolito polimérico es sal, cuya proporción los científicos han aumentado del 50 al 63 por ciento.

El material dice que las sales añadidas en grandes cantidades retienen las moléculas de disolvente, evitando que se evaporen y se enciendan. Las baterías seguras probadas continuaron funcionando a temperaturas superiores a los 100 grados. "Este descubrimiento apunta a un nuevo enfoque para diseñar electrolitos basados en polímeros", dijo Zhenan Bao, profesor e investigador de la Universidad de Stanford.

A fines de noviembre, un equipo internacional de científicos desarrolló una tecnología que convierte la nieve en electricidad. El mecanismo de la tecnología es utilizar la diferencia de temperatura entre la nieve y el aire.