Investigadores de la Universidad de Tufts han estudiado los efectos de la vitamina D en la función cerebral. Resultó que una cantidad suficiente de este compuesto en el cuerpo mejora las capacidades cognitivas. Los resultados del estudio se describen en un artículo publicado en la revista Alzheimer's & Dementia.

En total, se estudiaron muestras de tejido cerebral de 209 participantes de edad avanzada. Los científicos evaluaron las habilidades cognitivas de los sujetos sin signos de deterioro mental y también analizaron los cambios en el tejido cerebral después de la muerte. Los investigadores se centraron en la presencia de vitamina D en cuatro áreas del cerebro: dos asociadas con los cambios responsables de la enfermedad de Alzheimer, una asociada con algunas formas de demencia y otra área que no estaba asociada con la demencia o la enfermedad vascular.

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Resultó que la vitamina D en realidad penetra en el tejido cerebral, y su nivel suficiente en las cuatro áreas del cerebro se correlaciona con la mejora de las capacidades cognitivas. Sin embargo, los niveles cerebrales de la vitamina no se asociaron con ninguno de los marcadores de la enfermedad de Alzheimer, incluida la acumulación de placas amiloides o accidentes cerebrovasculares microscópicos. Esto significa que aún no está claro exactamente cómo la vitamina D podría afectar la función cerebral.

En estudios futuros, los científicos planean realizar experimentos con un grupo más diverso de sujetos para estudiar otros cambios en el cerebro. Esperan que su trabajo proporcione una mejor comprensión del papel de la vitamina D en la prevención de la demencia. Sin embargo, los expertos advierten a las personas que no tomen altas dosis de suplementos de vitamina D como medida preventiva.