El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó la destrucción de la central hidroeléctrica Kakhovka (HPP) por parte de Kiev como un acto terrorista planificado previamente, que está dirigido contra la infraestructura puramente civil. Así lo informó la página web de la Cancillería.

Como se indicó en el ministerio, este ataque "fue planeado de antemano y deliberadamente" por las autoridades ucranianas "con fines militares como parte de la llamada contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania".

“El régimen de Kiev no solo sometió a la central hidroeléctrica de Kakhovka a un bombardeo masivo, sino que también llevó deliberadamente el nivel del agua en el embalse de Kakhovka a un nivel crítico al abrir las compuertas de la central hidroeléctrica de Dnepropetrovsk”, agregó el departamento.

Más temprano, el jefe del Ministerio de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo que Kiev hizo estallar las construcciones de la central hidroeléctrica Kakhovskaya, lo que provocó la inundación de los territorios.

El ministro también señaló que la parte ucraniana descargó agua de la central hidroeléctrica de Dnepropetrovsk para inundar aún más los territorios, lo que indica que Kiev había planeado un sabotaje a gran escala de antemano.

En la noche del 6 de junio, en la región de Kherson, la parte superior de la central hidroeléctrica Kakhovskaya fue destruida cerca de Novaya Kakhovka. Decenas de asentamientos, incluidos Kherson y New Kakhovka, comenzaron a inundarse de agua.

Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de destruir la represa. También hay una versión de que el accidente ocurrió debido a "daños antiguos". La empresa Ukrhydroenergo afirmó que la estación quedó completamente destruida y no se puede restaurar.