Científicos de la Universidad de Oxford han descubierto que dejar de fumar puede mejorar la salud mental en personas con y sin problemas de salud mental. Los resultados del estudio se publican en la revista JAMA Network Open.

El trabajo utilizó datos de un ensayo clínico aleatorizado para evaluar los efectos adversos del tabaquismo en el período de 2011 a 2015, que incluyó a 4260 participantes. Aproximadamente la mitad de los sujetos tenían antecedentes de enfermedad mental. Los autores estudiaron el impacto de la abstinencia del consumo de cigarrillos durante 9-24 semanas. Antes y después de dejar de fumar, se les pidió a los participantes que completaran cuestionarios que incluían preguntas sobre salud mental. En particular, las medidas de ansiedad y depresión se midieron utilizando una escala de calificación clínica de 0 a 21.

Materiales relacionados:Nada que respirar. Cómo afecta el oxígeno a la agresividad de los tumores cancerosos

La puntuación media inicial entre la muestra fue de 4,25 para ansiedad y 2,44 para depresión. Después de 24 semanas de dejar de fumar, los pacientes mostraron una mejora significativa en los síntomas. Después de ajustar las variables demográficas y de referencia, dejar de fumar se asoció con una reducción tanto de la ansiedad (menos 0,4 puntos) como de la depresión (menos 0,47 puntos) en comparación con el grupo que siguió fumando.

En abril, investigadores de la Escuela de Salud Pública Harvard Chan encontraron que respirar partículas en el aire estaba asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia: cada dos microgramos de la sustancia aumentaba el riesgo de enfermedad neurodegenerativa en un 17 por ciento.