Científicos de la Asociación Estatal de Investigación Científica y Aplicada de Australia (CSIRO) registraron una disminución en los niveles de oxígeno en las profundidades de los océanos. El inquietante descubrimiento se informa en un artículo publicado en la revista Nature Climate Change.

Los científicos tomaron medidas a bordo de un barco de investigación durante una expedición a la Antártida utilizando instrumentos amarrados para recopilar datos sobre la temperatura, la salinidad y la presión. Los instrumentos se colocaron en la cuenca antártica australiana, junto al mar de Ross. Los resultados se utilizaron para crear modelos realistas de circulación oceánica.

Se sabe que cada año se hunden unas 250 toneladas de agua salada y rica en oxígeno cerca de la Antártida, formando el agua de fondo antártico o AABW (Antártic Bottom Water) e impulsando el sistema global de corrientes. AABM llena hasta el 40 por ciento del volumen total del Océano Mundial, transportando oxígeno, carbono y nutrientes a las profundidades de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Los AABW se forman en cuatro regiones antárticas distintas: el mar de Weddell, la punta de Darnley, la costa de la Tierra de Adelia y el mar de Ross.

Resultó que desde la década de 1990, la circulación de las densas aguas antárticas se ha ralentizado en un 30 por ciento. Esto se debe al derretimiento acelerado de los glaciares de la Antártida, lo que ha hecho que las aguas superficiales sean menos salinas y, por lo tanto, menos densas. Bajo el escenario del IPCC, que predice altas emisiones de gases de efecto invernadero, el flujo de AABM se reducirá en más del 40 por ciento para 2050. Sin embargo, las observaciones actuales muestran que ya se está produciendo una desaceleración, lo que retrasa el suministro de nutrientes a los océanos profundos.

Así, los efectos del derretimiento de los glaciares se expresan no solo en el aumento del nivel del mar, sino que también afectan la circulación y composición química del océano. Al mismo tiempo, se espera que la desalinización alrededor de la Antártida continúe e incluso se acelere, ya que la capa de hielo de la Antártida es sensible al rápido calentamiento y se está derritiendo.